19 | 03 | 2024

 

Por Laura Quintero

Varios organismos e instancias internacionales, entre ellos el Banco Mundial y el Foro Económico Mundial, han volteado su mirada hacia un sector marginado de la juventud, al que de forma despectiva se les ha hecho fácil nombrar como "ninis"; jóvenes que no estudian ni trabajan, pero ¿cuál es su preocupación?, ¿qué los hace voltear a verlos?


Hay que dejar claro que en un contexto en el que las condiciones materiales mínimas de la juventud no están resueltas, ser “nini”, de la manera despectiva en que esto se concibe, no es una decisión sino una imposición del sistema capitalista. El concepto implica una carga peyorativa y de exclusión, que sanciona negativamente a la juventud y reproduce esa visión estereotipada, como si serlo fuera una cuestión voluntariosa.

 

El gran número de jóvenes desempleados y sin acceso a la educación es una de las preocupaciones de la agenda pública, tanto nacional como internacional. Este fenómeno no es exclusivo de México, sino de todo el mundo. De acuerdo con el último informe del Banco Mundial cerca del 60% de los ninis de América Latina y el Caribe provienen de hogares pobres, lo cual tiende a perpetuar y a intensificar la pobreza y la marginación.

 

 

En países como México, Colombia y América Central (donde la proporción de estos jóvenes está por encima del promedio regional), el problema se agudiza, ya que el crimen y la violencia están íntimamente relacionados. En el caso particular de México de un total de 29.9 millones de jóvenes en México que tienen entre 15 y 29 años de edad, el 25% (7.5 millones) de ellos conforman este sector, es decir, una cuarta parte de la juventud en mexicana está arrojada a la marginación, la pobreza y ausencia de una expectativa de vida.

 

Bajo las leyes laborales y educativas que rigen en el actual sistema económico, no resulta extraño que las condiciones de la juventud sean tan aplastantes, por el contrario, para los monopolios el acceso a la educación y las condiciones laborales de la juventud son tratadas con la lógica de obtener más y mayores beneficios del ejército industrial de reserva.

 

La burguesía, los ricos, los empresarios que ahora se preocupan por el crecimiento de este sector de la juventud, más allá de plantear cuál es la causa y origen de esta problemática, se han centrado en señalar los riesgos que tiene para el capitalismo que el número de “ninis” siga creciendo, es decir, la amenaza que implica tener a jóvenes cada vez más pauperizados, sin señalar que esto es consecuencia de las contradicciones del sistema, que al final termina por amenazar al mismo.

 

El Banco Mundial se refiere a los "ninis" como una amenaza, éste, como todos los informes elaborados por organismos internacionales, buscan delinear la estructuración de las políticas públicas de la juventud para que se implementen en la región, es decir, crear el eje alrededor del que los gobiernos latinoamericanos tendrán que alinearse de una forma u otra, para impulsar sus agendas particulares y configurar un orden socioeconómico a modo.

 

Ser parte de los 7.5 millones de jóvenes, que no tienen acceso a un trabajo o a la educación, debe ser motivo para organizarnos en contra del actual sistema económico, ese que nos excluye y margina, que impone su lógica para maximizar sus ganancias, a costa del empobrecimiento, cada vez mayor, de quienes sólo tenemos nuestra fuerza de trabajo.

 

La solución a los problemas de la juventud, como lo es el desempleo, la falta de acceso a la educación, las drogas, la delincuencia, entre muchas otras, no está en el marco del sistema capitalista, porque es este sistema el que las genera. Por eso la Federación de Jóvenes Comunistas llama a la organización con la clase obrera, para derrocarlo y sentar las bases de un sistema en donde las problemáticas que aquejan a la juventud encuentren una verdadera solución.

 

 

Partido Comunista de Mexico

El Comunista