19 | 03 | 2024

 

Por Hillary Flores


A un año de la creación de la Federación de Jóvenes Comunistas (FJC), una de nuestras preocupaciones es la forma de cómo llegar a las mujeres trabajadoras, a toda aquella; ama de casa, estudiante, obrera, para agruparlas en las filas de la juventud comunista, la cual tiene como tarea prepararnos para la revolución. En este sentido, de la mano del Partido Comunista de México hemos trabajado, logrando pequeños avances en la comprensión sobre el tema de la mujer, no con una mirada pequeño burguesa, que ensalce a la mujer como un ser superior, sino que nos hemos depurado de visiones donde no se procura el análisis serio del hacia dónde y cómo llegar en el tema de la mujer.


Tras un largo proceso de unificación de varias juventudes marxistas-leninistas, con trayectorias incluso desde antes del 2010, surgió la FJC. Juntos creamos nuestras principales tesis, con temas como la situación de la juventud trabajadora, la incorporación de los jóvenes al narcotráfico o a la fuerza represiva del Estado, jóvenes estudiantes y desocupados, cultura, y entre ellos, la situación de la mujer. Nuestra tarea como juventud comunista ante esto es clara. Por ello, reafirmamos que sólo a través de la revolución socialista se podrán establecer las condiciones materiales para la verdadera emancipación del ser humano, y con ello el de la mujer, así como la progresiva extinción de las pautas culturales propias del capitalismo y del que en la actualidad oprimen a las trabajadoras. Por tanto las demandas de la mujer trabajadora deben estar ligadas con el conjunto de la clase obrera.

 

 

 

Actualmente en México el 44.8% de las mujeres mantienen económicamente el hogar con un promedio de 2 hijos[1], del total de la población femenina el 96.3% trabaja en la producción de bienes y servicios, las mujeres, representan una parte importante de la población mexicana que se encuentra empobrecida como consecuencia del capitalismo, a la cual queremos y debemos llegar.

 

Las problemáticas a las que se enfrentan las mujeres son cada día más difíciles, al igual que para toda la clase trabajadora, pero con ciertas particularidades: bajos salarios, prestaciones insuficientes para la maternidad, acoso sexual, trata de blancas, desapariciones forzadas y feminicidios, despidos por embarazo, etcétera. Nosotros, los comunistas, debemos encontrar la vía de atracción a la organización revolucionaria de todas aquellas mujeres, no sólo en las fabricas, sino también en los barrios y en las escuelas, entender que la igualdad de género no es lo que buscamos, y no dejarnos desviar por romanticismos o sentimentalismos.

 

Lo que deseamos es la liberación de la clase trabajadora, no de un genero sobre otro, puesto que como materialistas, reconocemos en ambos las diferencias y contradicciones que hombres y mujeres tienen, es por ello que no luchamos por que ambos tengan lo mismo, sino que ambos dejen de ser explotados.

 

Ahora bien, es necesario plantear de manera clara cómo podremos organizar a aquellas jóvenes, en las filas de la Federación de Jóvenes Comunistas, tomando en cuenta que el 18.4%[2] de las mujeres entre 15 y 19 años son madres, lo cual implica que el tiempo dedicado a la organización se ve reducido, no sólo por el trabajo, sino también por las extenuantes jornadas en el hogar e incluso en ocasiones por el estudio.

 

Es importante mencionar que debemos distinguirnos de las organizaciones pequeño burguesas o burguesas que ven la clase trabajadora y en concreto en la mujer una fuente de cooptación sencilla, en la que únicamente buscan llenar sus filas de personas que necesitan un recurso para su subsistencia, atrayendo así a nuestras compañeras con falsas promesas de cambio e igualdad que en nada las beneficiaran como clase.

 

Nosotros en cambio, debemos organizar a nuestras compañeras, para que defiendan a la clase en cada centro de trabajo, para que se agrupen en contra de la delincuencia que día con día desaparece a 85 mujeres[3] (en toda la republica), para que luche por mayores prestaciones en el trabajo para quienes son madres de familia, por un trabajo adecuado a las capacidades físicas e intelectuales que distinguen a la mujer del hombre y que deben analizarse antes de asignar un salario o puesto laboral.

 

Nuestra tarea es ardua, y conlleva un gran análisis de la situación concreta para nuestras futuras camaradas, debemos pues ofrecer una verdadera salida a los problemas que las aquejan, esto únicamente será posible por la vía de la revolución socialista, para la cual, nuestra Federación, deberá prepararlas como verdaderos cuadros revolucionarios.

 


¡Preparando a la juventud para la insurrección contra el poder de los monopolios!

En cada escuela, en cada barrio y en cada fabrica, ¡Federación de Jóvenes Comunistas!



[1] Mujeres mantienen 24.6% de los hogares, editorial, toma datos de INEGI 2011 http://www.cnnexpansion.com/economia/2012/03/06/246-de-hogares-los-mantienen-mujeres

 

Partido Comunista de Mexico

El Comunista