19 | 03 | 2024

La LJC lucha decididamente junto al Partido Comunista de México

Fernanda Larrainzar miembro del Consejo Central de la LJC.

Poco tiempo después de haber sido declarado el carácter socialista de la Revolución Cubana en el año 1961, un periodista peruano le pregunta al Che sobre la posibilidad de nuevas revoluciones socialistas en América Latina, a lo cual el Che responde: Crecerán, simplemente porque son el producto de las contradicciones entre un régimen social que ha llegado al fin de su existencia y el pueblo, que ha llegado al fin de su paciencia.

Porque Cuba es para los pueblos de América Latina la esperanza de un mundo mejor, el sueño de una América libre y un ejemplo de dignidad, el Partido Comunista de México se nutre de esta experiencia y otras más, para defender la construcción del socialismo en la URSS y considerar la Revolución de Octubre el parteaguas para las revoluciones proletarias del mundo.


La Liga de la Juventud Comunista esta de acuerdo con los planteamientos de las tesis del PCM. Es cierto que nos encontramos en la época del imperialismo, donde la antesala esta puesta para que los pueblos oprimidos de América Latina y del mundo se libren del yugo imperialista. Porque sabemos que el capitalismo monopolista es el causante de la explotación, de la ruina, el avasallamiento, el saqueo de los pueblos y de las guerras por nuevos mercados. Y los pueblos han llegado al fin de su paciencia.

Sabemos que el sistema capitalista no posee la capacidad para resolver la actual crisis y la contradicción entre capital y trabajo, principal causante de nuestros males. Que México se encuentra inserto en la cadena imperialista ocupando una posición intermedia, que el capital en México es interdependiente en lo económico, político y militar. Que no corresponde luchar por la liberación nacional, o por la “democracia popular”, que luchar contra el llamado “neoliberalismo” es promover el sostenimiento del capital, que de nada sirve buscarle el rostro amable y el corazón blando al capitalismo. Que las elecciones, reformas, nacionalizaciones, etc. no conducen al socialismo, simplemente porque no se acaba con la raíz del problema. Que la posición deber ser el anticapitalismo, el antiimperialismo y el antimonopolismo.

Coincidimos en que la clase obrera es el sujeto revolucionario, su cerebro colectivo y su vanguardia es el Partido Comunista, que se guía por el faro de luz del marxismo-leninismo y se plantea el derrocamiento del orden burgués. Asumimos que nos corresponde lograr la victoria de la Revolución Socialista, para que un nuevo orden sustituya al viejo, para que el poder y la economía populares construyan una nueva sociedad sin clases, con nuevas relaciones sociales y sin explotación.

Pero también sabemos que para que la Revolución Socialista inicie, primero hay que hacer la guerra y ganarla. Porque el arma de las ideas no es suficiente para derrocar a la burguesía y su ejército. Que el estado burgués no puede ser sustituido por el estado proletario (por la dictadura del proletariado) mediante la extinción, sino sólo, como regla general, mediante la revolución violenta. Y como dice Marx la violencia es la partera de toda sociedad vieja preñada de una nueva.

Ya lo decía el profesor Gámiz: La historia de la humanidad, la experiencia de todos los pueblos de la tierra, los hechos y la ciencia revolucionaria demuestran que solo mediante la revolución se puede tomar el poder político y emancipar a las masas. Jamás ningún pueblo ha conocido otro camino para emanciparse que no sea el de la lucha armada. La revolución es el único camino que existe para los pueblos.

Cuando nos apoyemos en la clase de vanguardia, en el entusiasmo revolucionario del pueblo, cuando lleguemos al momento crítico de la historia en que sea mayor la actividad de la vanguardia del pueblo, en que sean mayores las vacilaciones en las filas del enemigo, pensaremos en la insurrección para tomar el poder e instaurar la dictadura de nuestra clase, para poner fin a la explotación, a la miseria y a las guerras.

En otra entrevista al Che por un periodista polaco en el mismo año, 1961, conversan sobre el socialismo, el Che cuenta: aquí la gente se educa actuando y aun se encuentran en los inicios…yo mismo he hablado con algunos camaradas que me dijeron que esa historia del socialismo no les gustaba mucho; entonces les preguntaba: ¿No están de acuerdo con la reforma agraria? ¿O con la reforma urbana? ¿O con la expropiación a los yanquis? ¿O con la nacionalización, la justicia social y el derecho de cada uno a disfrutar de los frutos de su trabajo? Y me juraban que no, que todo eso les gustaba tanto que estaban dispuestos a sacrificar su vida por defenderlo. Entonces les decía, si están a favor de eso, están precisamente a favor del socialismo, y se iban tranquilizados.

La Liga de la Juventud Comunista comparte las tesis y el programa del Partido Comunista de México. Ahora que tenemos las ideas claras, podemos sentirnos tranquilos y avanzar hacia el cumplimiento de nuestro deber junto al Partido Comunista de México: hacer la revolución socialista.

 

 

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