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Los días 27 y 28 de febrero de 2016, se celebró en Roma la XII edición del MECYO sobre el tema: "La lucha y el papel de la Organización de la Juventud Comunista en el movimiento revolucionario, contra el poder de los monopolios y las asociaciones imperialistas. Unidos y organizados para el futuro socialista". La Juventud Comunista que participó en la XII edición del MECYO invita a los jóvenes de Europa a luchar juntos por nuestras necesidades contemporáneas y declara lo siguiente:


La situación de los jóvenes en nuestros países sigue deteriorándose bajo el peso de las políticas unificadas del capital y sus gobiernos. El desempleo, la explotación, la inseguridad y los derechos y protecciones que fueron conquistados en los años de luchas del movimiento obrero se ven recortados y eliminados. La educación, la sanidad y todas las formas de apoyo social se transforman en nuevos campos de ganancias para los monopolios y en privilegios para quienes pueden pagarlos. Este es el presente y el futuro que el capitalismo planea para los jóvenes de la clase obrera y los sectores populares. Un presente y un futuro que corresponde a la necesidad burguesa de responder a la crisis económica capitalista tratando de aumentar sus ganancias y su poder.

 

 

Esta dinámica no conoce fronteras entre nuestros países y es común en todo el continente. Decimos claramente a los jóvenes de la clase obrera y los sectores populares, que en el contexto del capitalismo no podemos esperar nada mejor que convertirnos en la próxima generación de quien la clase burguesa se enriquecerá con su trabajo, con su sacrificio, con su sangre. Nuestra lucha debe partir de esta condición, desarrollando luchas comunes correspondientes a la fase actual para repeler el ataque y preparar las condiciones para la reconstrucción del movimiento obrero con una participación masiva de jóvenes para cambiar la correlación de fuerzas.

 

En los años de crisis ha empeorado aún más la desigualdad social. Por un lado aquellos que tienen la propiedad de los medios de producción, acumulan la riqueza y por el otro lado, nos encontramos con una masa enorme de personas que producen esa riqueza. A través de la expansión de los grandes monopolios a nivel internacional de todos los sectores productivos, aumentan los procesos de centralización y concentración del capital en pocas manos mientras que al mismo tiempo se extiende la pobreza de las clases trabajadoras. El paro juvenil está aumentando, arrastrando con él una vida de miseria para millones de jóvenes.

 

Nuestro enemigo es el sistema capitalista, el poder de los monopolios, que tiene actualmente la soberanía real de nuestras vidas, y las alianzas imperialistas internacionales como la UE y la OTAN, que son instrumentos de defensa para los intereses del gran capital.

 

La Unión Europea y los acuerdos promocionados tienen la necesidad de crear grandes mercados sin barreras ni obstáculos para la acción de los monopolios. Son presentados a los jóvenes como logros y oportunidades para un futuro pacífico, desarrollo, progreso y prosperidad. La libertad de movimiento a través de países europeos no tiene nada que ver con estas promesas, pero permite la total libertad de movimientos del capital y el uso de la inmigración como una manera de asegurar la fuerza de trabajo requerida y la competencia descendente entre los trabajadores.

 

Todo estado capitalista distingue necesariamente entre migrantes útiles e inútiles y tiene el control sobre la concesión de la ciudadanía. Nosotros, como jóvenes comunistas, queremos derrotar esta lógica y rechazar en particular los recortes en derechos al asilo y políticas restrictivas de migración.

 

Especialmente en tiempos de crisis, las fuerzas neofascistas y reaccionarias están fortaleciendo y envenenando las mentes de la juventud con falsos mitos y nuevas formas de nacionalismo produciendo guerras entre pobres que debilitan la lucha de clases. La juventud comunista rechaza toda forma de racismo, que es siempre un instrumento de división para las clases oprimidas, un instrumento de sumisión de la clase dominante.

 

Combatimos toda forma de discriminación, construimos la unidad de la clase trabajadora y las capas populares dando organización para avanzar juntos hacia nuevos conflictos de clase con un objetivo: la satisfacción de nuestras necesidades contemporáneas.

 

Las contradicciones interimperialistas y el desarrollo desigual en cada país, y también en todo el mundo, no impide la existencia de un proceso común que apunta a la reducción general de salarios, al incremento de la producción y de la explotación como única vía para competir contra los centros imperialistas emergentes. La competición para la contención del control del mercado empeora los escenarios de conflicto y es probable que lleve a las nuevas generaciones y a toda la humanidad otra vez al borde de una guerra mundial. No es posible alcanzar la paz de los pueblos en el escenario imperialista. Solo existirá la paz a punta de pistola: la paz imperialista está en constante coexistencia con la guerra imperialista, como muestra la historia del último siglo, y también con los recientes acontecimientos en Siria, Ucrania y otros frentes en el mundo. Las clases burguesas están compitiendo entre ellas por la riqueza y las fuentes de energía. En este proceso, las exportaciones serán reestructuradas, y el poder imperialista finalmente prevalecerá económica y políticamente en la región, que no podrá confundirse con un factor estabilizador internacional. Las dinámicas desencadenadas por las relaciones económicas capitalistas son incompatibles con la paz que los pueblos necesitan para un futuro de progreso y prosperidad para la clase obrera y la juventud. Condenamos las acciones militares de nuestros gobiernos, luchamos contra los planes e intervenciones de las alianzas imperialistas.

 

Nos preocupan las políticas de los gobiernos sobre los derechos de los jóvenes, que tienen como objetivo en todo el continente los intereses de la burguesía. Los cambios en la estrategia del sistema educativo en cada país reflejan las necesidades de mano de obra flexible y barata en un futuro próximo. En cualquier lugar del acceso a la educación sigue divisiones de clase. Las directivas europeas y los estados nacionales crean sistemas de educación privilegiada para los jóvenes de la burguesía a los que se oponen las escuelas, que cada vez pierden más calidad y financiación, para los jóvenes de la clase obrera y los sectores populares. En todos los niveles educativos, las barreras de clase se levantan y la educación se convierte en un privilegio y no un derecho.


Todas las estadísticas concuerdan en que nuestra generación tendrá menos derechos y un nivel de vida más bajo que nuestros padres. Es una realidad que ya estamos viviendo, no sólo en el lugar de trabajo y en las escuelas, sino también en la vida cotidiana. La mayoría de los jóvenes de hoy en día tienen dificultades para tener una existencia digna. Contra esta condición hay que luchar para romper la pasividad de la mayoría de la población joven contra la total aceptación de este modelo de explotación y miseria como si fuera el orden natural de las cosas y el único punto de vista para nuestro futuro.

 

Sería equivocado enfrentarnos a todo esto con sólo mirar hacia atrás y reclamar simplemente que se nos devuelvan los derechos perdidos en estos años. La historia ha demostrado que cualquier victoria lograda sólo tiene un valor parcial y temporal, siempre y cuando no logramos una ruptura total con el sistema capitalista. Tan pronto como el equilibrio de fuerzas, tanto en los países individuales como a nivel mundial, se agraven en perjuicio de la clase trabajadora, todo avance habrá sido borrado sistemáticamente. La ilusión de la visión socialdemócrata y su estrategia de compromiso para la gestión del poder burgués, se ha establecido ahora definitivamente como perdedora.

 

Quien todavía persigue esta manera, está engañando a los jóvenes de la clase obrera con soluciones que tienen como único propósito y resultado el fortalecimiento del poder de la burguesía. Por esta razón, la lucha contra el oportunismo es hoy más necesaria que nunca en las filas del movimiento obrero y entre los jóvenes. Es necesario combatir las ilusiones de que las alianzas imperialistas (como la UE y la OTAN) se pueden reformar, posición defendida hoy por las nuevas fuerzas socialdemócratas y oportunistas como la izquierda europea. Es una utopía y una ficción que no tienen nada que ver con un análisis real del papel y la función de estas alianzas.

 

Afirmamos claramente que nuestra lucha tiene como objetivo la construcción de una sociedad socialista. De un sistema en el que no hay explotadores y explotados, en el que los jóvenes de la clase obrera y sectores populares pueden ser verdaderamente dueños de su destino. Luchamos por una sociedad en la que todos tengamos un trabajo, el derecho a una existencia digna, a la educación y la atención sanitaria universal, una casa, el desarrollo completo de nuestra personalidad mediante el libre acceso a la cultura y al deporte sin ninguna barrera económica. Sólo a través de la destrucción del capitalismo y la construcción del socialismo-comunismo podremos lograr todo esto de una manera estable y verdaderamente universal.

 

Hoy en la sociedad ya existen todas las condiciones materiales para realizar esto. La extensión del carácter social de la producción, que constantemente aumenta, hace el contraste con la apropiación capitalista de la riqueza cada vez más evidente. Todas las necesidades básicas son provistas y satisfechas por trabajadores en todos los campos de nuestra sociedad. Es necesario que la clase obrera y en particular la generación más joven se dé cuenta de la posibilidad y necesidad de este cambio.

 

No ignoramos que hoy la burguesía extiende su ataque ideológico en una gran mayoría de la juventud de los estratos populares. La victoria de la contrarrevolución en la URSS y en los países socialistas ha jugado ciertamente un papel primario en este proceso. La campaña sucia conducida contra el socialismo aplicado, el intento de comparación con el Nazi-fascismo y la creación de la categoría de totalitarismo (equivocada desde cualquier punto de vista), anti-comunismo e intentos de prohibir partidos comunistas, juventudes comunistas y símbolos comunistas tienen el objetivo de transmitir a la nueva generación una visión distorsionada del socialismo.

 

Al mismo tiempo el enorme aparato mediático, cultural y político a disposición del capitalismo ha fortalecido la posibilidad de influencia que tienen ejerciendo su hegemonía. Pero la crisis y las condiciones reales de la vida de la juventud ponen hoy más y más contradicciones con la visión provista por la clase dominante y su aparato hegemónico. La principal tarea de la juventud comunista es exactamente darle conciencia y organización a la juventud de los estratos populares.

 

Conducir una lucha ideológica fortaleciendo y estrechando sus filas y construir una vanguardia consciente comprometida con el espíritu militante en la lucha por el cambio revolucionario. Esto significa argumentar punto por punto el trabajo de engaño desarrollado en los años recientes; lucha contra la lógica individualista, las actitudes derrotistas y la pasividad ahora rampante entre la juventud. Organizar a través de luchas la vía para el cambio revolucionario. Hacemos nuestra la exhortación que Antonio Gramsci le hizo a la juventud: "Educaos porque necesitaremos de vuestra inteligencia, estimulaos porque necesitaremos de todo vuestro entusiasmo, organizaos porque necesitaremos de toda vuestra fuerza".

 

Conscientes de esta gran tarea, miramos al futuro con optimismo convencidos de que nuestra era será una era de grandes disturbios y revoluciones sociales. Nos preparamos a todos los niveles para organizar actividades para celebrar el centenario de la Gran Revolución Socialista en 2017, mostrando a la juventud la necesidad y actualidad del socialismo, que la sociedad por la que estamos luchando fue realizada y podemos realizarla de nuevo. Declaramos aquí en Roma nuestra voluntad de continuar el trabajo en un camino común, trabajando por el fortalecimiento de nuestros lazos para extender la solidaridad internacionalista y nuestra lucha común por el socialismo-comunismo.


KJO-Juventud Comunista de Austria

EDON- Juventud Democrática Unida (Chipre)

Young Socialist–Jóvenes Socialistas del Partido Socialista Obrero de Croacia (Croacia)

KSM-Unión de Juventudes Comunistas (República Checa)

SDAJ-Juventud Socialista de los Trabajadores Alemanes (Alemania)

KNE-Juventud Comunista de Grecia

Left Front– Alianza de Juventudes Comunistas (Hungría)

FGC-Frente de la Juventud Comunista (Italia)

CJB-Movimiento de la Juventud Comunista (Países Bajos)

RCYL (b)-Liga de la Juventud Comunista Revolucionaria – Bolchevique (Rusia)

SKOJ-Liga Juvenil Comunista de Yugoslavia (Serbia)

CJC Colectivos de Jóvenes Comunistas(España)

UJCE- Unión de Juventudes Comunistas (España)

JCC-Juventud Comunista de Cataluña

KP-Juventud Comunista (Turquía)