19 | 04 | 2024

Pequeñas cavilaciones.

Por Xochitl Franco.

Levantarse a las 4 de la mañana, salir al frio, tomar el metro, ver los gestos de hartazgo de los pasajeros. Los niños sufren de hambre y frio, la ciudad sucia del día anterior, los comercios abarrotados, empolvados de los artículos que nos faltan en la alacena. Pocas ganas de aguantar al patrón o al jefe o al supervisor, ver el desayuno precario de 25 pesos, y el sueño inevitable del desvelo anterior. ¡Y una tremenda ansiedad de no soportar mas!


Plantearnos la posibilidad de pensar que la “izquierda” por demás decadente arrojada a la juventud en nuestros días pudiera ser una vía para la transformación de la realidad mexicana es un absurdo; el plan político de este partido al igual que los otros no consiste en otra cosa más que en la expoliación del trabajo ajeno con dadivas miserables que seguramente los hacen dormir sin pesadillas o cenar en los mejores restaurantes sin remordimiento alguno, es como el esplendor y la decadencia del Porfiriato ¿no lo creen?

 

Recordemos pues durante el Porfiriato había un avance tecnológico en nuestro país, la inversión extranjera repuntaba como las más importantes, el petróleo jugó un papel importante, la afrancesada arquitectura de nuestro país en los puntos de mayor importancia resplandecían en los ojos y en las bocas de lo que no tenían nada. Los extranjeros se regocijaban de la belleza mexicana; ahora se nos presenta mejorado y con olor a viejo. El PRI de nuevo, se nos repite hasta la nausea que ha reducido la inflación, que con la reforma a la ley federal del trabajo los derechos de los trabajadores están salvaguardados, porque los que no tenían tiempo de trabajar la jornada completa, lo harán por horas. Escuchamos también que la seguridad social quedará asegurada, que el salario mínimo sube 2 pesos (¡hurra!), que la educación será de calidad, que hay que tener confianza, que hay que aguantar, que vamos repuntando mundialmente como uno de los países con mejor infraestructura, que los segundos pisos facilitan la vida.


Pues la izquierda esa la que dice que pacíficamente cambiará el mundo, se arroja a las calles con pancartas de rechazo a EPN, son detenidos y luego liberados. No es que se crea que el esfuerzo no sirve sino que el esfuerzo debería virar a otro rumbo, no a la organización espontanea o al reflejo violento desorganizado, debe virar a analizar y organizar en la dirección correcta, es decir, a entender que el problema neurálgico de todas las contradicciones de nuestra sociedad no es el narcotráfico, EPN, o las guerras entendidas como algo necesario y por demás pacificador, sino el capitalismo mismo en su etapa moribunda y por ende peligrosa, a que todo lo anterior es reflejo del agonizante estado de los de arriba , son los últimos zarpazos de la bestia aterrada del fin que se le acerca inevitable, contundente.


La fuerza abrumadora del odio de los de abajo contra los que compran aviones de millones de pesos, mientras colonias enteras mueren de hambre o de infecciones curables por que el sistema de drenaje no funciona o los que mueren de frio en las calles del DF, ese odio organizado es el que transformara la realidad no solo de nuestro país sino del mundo entero, ejemplos como Grecia, el golpeado pueblo Palestino, la luchona Venezuela y la heroica Colombia se nos arrojan como el destino inevitable de nuestro pueblo, como la expresión más hermosa de la libertad y del bienestar común en donde la violencia se torna no solo necesaria sino digna también.


Los jóvenes tenemos mucho que hacer, tenemos el peso de la historia en nuestros hombros, la rabia de nuestros padres y la rabia todavía no preñada en los vientres de nuestros hijos, tenemos un mundo que transformar, ser rebelde es una condición innata del ser humano, dirijámosla hacia los de arriba hacia los que por generaciones nos han arrebatado todo.


¡Joven rebelde, inquieto, transformador a organizar que el pueblo va a triunfar!

 

Partido Comunista de Mexico

El Comunista